15.8.10

Cuando la cerveza se calienta demasiado,
el cenicero esta lleno y el paquete 
vacío, pierdo la cabeza y 
me siento una desgraciada,
como quien tiene por hobby al vino del estío.
Traté de que el corazón no me diera 
explicación para no derramar  
lágrimas en tu honor.
Traté de que la razón me llevara al 
buen camino, ella me presentó al vino 
al que agradecida estoy. Y hoy resulta 
que ayer la princesa se hizo reina,
aquel cepillo sin dientes 
hoy es el que mejor peina.

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